sábado, 28 de septiembre de 2013

Un mes en Estados Unidos


Después de un mes en Estados Unidos, he conseguido habituarme a todo menos a sus horarios de comida. Ciertamente, se me hace muy difícil comer a las 11:00-12:00 de la mañana y cenar entre las 17:00 y las 18:00, pero en fin, vine dispuesto a absorber la cultura y tradiciones de este país y es lo que me toca. Igualmente, habituarse al clima no es fácil tampoco. Si bien ha habido días en que las temperaturas han descendido a 4ºC, también los ha habido a 30ºC, aunque son picos. Se nota que las temperaturas van bajando poco a poco, pero nunca sabes cómo vestirte. Igual sales una noche de fiesta, se está bien en la calle en manga corta y cuando sales de la discoteca, a las 2 de la mañana, estás a 5ºC y te hielas.



Aunque tengo ganas de que pase el calor sofocante que hace algunos días, porque es igual de húmedo que en Barcelona, tampoco tengo prisa por recibir el crudo invierno. El otro día ya nos comentaron que dejaban a los niños jugar en el patio del colegio hasta que la temperatura rebasaba los -24ºC, así que el frío polar terminará llegando. De eso no hay duda. Una maestra me comentó que en 1994 llegaron a -40ºC con una sensación térmica de -80ºC, aunque la temperatura normal suele rondar algunos días los -30ºC. Eso me deja mucho más tranquilo… No, sinceramente, me gustaría sentir ese frío extremo, aunque los minnesotanos con los que hablo me dicen que ya hablaremos en enero a ver si he cambiado de opinión. Ya solamente por orgullo tengo que aguantar.

Por lo que respecta a mi tarea docente, he sido asignado a segundo grado, el curso que yo quería: ni demasiado pequeños, ni demasiado grandes y son, por lo general, muy cariñosos y agradecidos. Debido a que tienen 7 y 8 años, a muchos les cuesta hablar el español, pero se esfuerzan por explicarte qué les gusta o qué han hecho el fin de semana, o la tarde anterior. A veces, no comprendes qué te dicen porque también suelen traducir literalmente, pero te lo cuentan disfrutando y sonriendo. Aparte, también me gusta esta edad porque aún conservan la inocencia propia de un niño: a uno de ellos le dije que había visto a Bigfoot por los bosques de alrededor de Duluth (una populosa ciudad al norte de Minnesota) y se quedó sorprendidísimo xD. Durante estas primeras semanas, ya tuve oportunidad de practicar un simulacro de emergencia. Desafortunadamente, se han producido muchos tiroteos en centros educativos de Estados Unidos, el último de ellos en diciembre de 2012 en una escuela de primaria de Connecticut. Por esta razón, son obligatorios una serie de simulacros cada cierto tiempo. Cuando fue anunciado por megafonía, rápidamente se bajaron las persianas, se apagaron las luces y se cerró la clase bajo llave al mismo tiempo que los niños, totalmente conscientes de ello y entrenados, corrían a esconderse contra las paredes, lejos de puertas y ventanas. El silencio fue absoluto, y mi primera reacción fue esconderme detrás de una mesa (en cambio, en el Call of Duty soy muy valiente). Además, desde fuera, alguien iba por los pasillos intentando abrir las puertas a la fuerza. Pese a ser un simulacro, había niños que se asustaban.

Durante mi tiempo de ocio, también he tenido la oportunidad de probar la fiesta en Minnesota, como comenté arriba. Si bien los horarios son muy distintos que en España (aquí todo se cierra a las dos de la mañana, en lugar de a las seis), la gente va igual de desfasada, pero te lo pasas divino de todas formas. Tras el cierre de todos los locales, hay un restaurante en St. Louis Park que abre las 24h, por lo que me pude comer una ensaladita y unos filetes de pavo con salsa de arándanos a ¡las 3 de la mañana! Sí, sí, nada de hamburguesas a un euro del McDonald’s… Y, por cierto, el local estaba a petar de gente.


Ensaladita y pavo a las 3 de la mañana.
También asistí a mi primer evento deportivo: un partido de beisbol entre los Minnesota Twins y Detroit Tigers. Los Tigers son líderes de la división, mientras que los Twins van penúltimos, así que es fácil imaginarse el desenlace del partido: ganó Detroit 4-2. El partido fue interesante y entretenido porque era la primera vez que veía un partido, pero resulta ser un deporte sumamente lento y con múltiples paradas. Como entiendo las reglas de este juego pero no el proceso del partido en sí, no sé cuán normal es anotar carreras (cada vez que un jugador logra pasar por todas las bases) o lograr un home-run, pero en este partido hubo dos home-run para los Twins y tres para los Tigers, así que todas las carreras (puntos) de ambos equipos fueron logradas por home-runs.


Target Field, Minneapolis.
Aunque los Twins comenzaron anotando una carrera en la segunda entrada (inning), los Tigers remontaron espectacularmente con tres home-runs casi consecutivos y se pusieron al final de la cuarta entrada con 1-4. El partido se mantendría con este resultado hasta la octava entrada, cuando los Twins se marcaron otro home-run. En la novena y última entrada no se anotaron más carreras y Minnesota murió.


Ver béisbol entretiene, pero más divertido es jugarlo. Ayer, después de clase, fuimos unos cuantos Amities a un parque con cancha de béisbol para jugar un partidito y es realmente entretenido y divertido. ¡Y, realmente, no se me da mal! Conseguí batear y mandar la pelota a Cuenca las dos veces que bateé :D





lunes, 9 de septiembre de 2013

Crónica de un excelente fin de semana anunciado



El fin de semana del 7 y 8 de septiembre fue apasionante. El sábado fui al lago Minnetonka a practicar wakeboard y el domingo al Mall of America, uno de los mayores centros comerciales del mundo.

Realmente, estoy aprovechando al máximo las oportunidades que me brinda este magnífico país porque dentro de poco vendrá el frío polar y será más difícil hacer cosas, aunque para eso existen las actividades y deportes de invierno. Así las cosas, intento hacer cosas nuevas cada día y de lunes a domingo porque mi horario de jornada completa de maestro (de 8:25 a 15:00) me lo permite.

El viernes, como crónica de un excelente fin de semana anunciado, nos reunimos todos en casa de Santiago para disfrutar de un partido de fútbol entre Costa Rica y Estados Unidos clasificatorio para el Mundial de 2014. La victoria de los ticos frente a los estadounidenses les deja muy cerca de la cita mundialista.


Cena de Amities en casa de Alexandra.
Costa Rica vs. Estados Unidos.
El sábado, después de una larga reunión con otros Amity repartidos por toda Minnesota, nos dirigimos directos al lago Minnetonka para practicar wakeboard, un deporte acuático que parece fácil, pero que no lo es. Es un deporte como el esquí acuático, pero en lugar de utilizar esquís se utiliza una tabla de snowboard. Tras muchos intentos, conseguí mantenerme en pie sobre la tabla por cinco segundos. Acto seguido, me empotré contra el agua.

Lancha para el wakeboard.
No es tan fácil como parece.
El Minnetonka es un precioso lago con unas vistas y paisajes magníficos situado al oeste de la ciudad de Minneapolis, no muy lejos de ella. Constituido por varios lagos de más reducido tamaño, nosotros estuvimos en la zona que pertenece a la localidad de Wayzata, de tan solamente tres mil habitantes. Tras intentar wakeboard, nadamos un rato en el agua, aunque estaba bastante fría, y a continuación fuimos a cenar un magnífico Hawaiian Chicken Wrap, un wrap de pollo con trozos de fresa, piña, naranja, coco, queso y pepinillo. Buenísimo, por cierto.



Lago Minnetonka (arriba y aquí).
El domingo, por su parte, fue día de compras y qué mejor lugar para hacerlo que en el Mall of America, el segundo centro comercial más grande de Estados Unidos. Situado en la localidad de Bloomington (83.000 habitantes), es tan grande que incluso cabe dentro un parque de atracciones con montaña rusa incluida. Dentro del centro comercial es fácil que te desorientes; por esta razón, está dividido en cuatro alas (norte, sur, este y oeste) y cada una de sus más de 500 tiendas, restaurantes y servicios tiene un sistema clasificatorio. Por ejemplo, una tienda con el código S3157 significa que está en el ala sur, planta 3, tienda 157. No obstante, aún así es difícil de saber adónde quieres ir.

Parque de atracciones en el Mall of America.
Solamente entrar, me volví loco. Es decir, reaccioné como el tío que se emociona en el anuncio de Heineken. Y es que soy como una mujer, me gusta ir de compras, disfruto al máximo. Sin embargo, en este centro tienes que ir con la cabeza fría, porque hay un montón de tiendas donde venden ropa que en España es muy cara, pero aquí está tirada de precio. Y además, las ves por todos lados: arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha, a través de todo el montón de pasillos que hay, las escaleras que suben y bajan desde y hacia el cielo por todas las plantas, etc. Hay que intentar no despilfarrar el dinero de golpe; total, voy a estar aquí todo un año...  Para colmo, me crucé con varias tiendas de deportes con ropa de las grandes ligas de los Estados Unidos. Y es que a mí me encantan las camisetas de equipos de la NHL y de la MLB, las cuales son harto difíciles de conseguir en tiendas físicas de España. Mantuve la cabeza fría, pero no pude evitar comprarme la camiseta de los Minnesota Wild con el dorsal de Zach Parise, su jugador franquicia, a la espalda.

Para acabar, anunciar que el fin de semana del 5 y 6 de octubre iré a un camping al parque natural de Gooseberry Falls State Park, en el norte de Minnesota, así que supongo que hará un frío de bastantes narices. Pero tengo muchas ganas de ver ciervos, renos y alces en libertad (¿y por qué no osos?) en libertad.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Una batidora de cosas

Últimamente hice cosas bastante interesantes acá en Minnesota. Primeramente, y la más importante, es que comencé el curso escolar, cosa que me ocupará la mayor parte de esta entrada. Además, también pude visitar sitios importantes de Minneapolis y Saint Paul.

En efecto, el martes 3 de septiembre debuté como maestro en Estados Unidos. Y el debut fue de película: siendo llevado a la escuela en el típico autobús escolar amarillo, aunque prefiero ir en bici.

A la escuela nos llevó Otto.
Ciertamente, esto es un sueño que nomás hizo que comenzar (aunque las razones ya las explicaré aparte en otra entrada). En una de las reuniones previas al inicio del curso, nos comentaron que nos rotarían por todos los cursos de la escuela para poder tener la oportunidad de poder observar y aprender de todos los cursos, aunque eventualmente nos asignarían un grado para el resto del curso. Así las cosas, hoy tuve la oportunidad de ver cómo se trabaja en quinto grado, aunque durante miércoles, jueves y viernes tendré la oportunidad de trabajar con kindergarten (prescolar va incluida en educación primaria), primer grado y segundo grado. La semana que viene estaré en tercero y cuarto grado, aunque aún no se nos pasó el horario.

Debido a que los alumnos son mezclados cada año, algunos no se conocen entre ellos, por lo que llevamos a cabo actividades dinámicas para conocernos todos, los maestros inclusive. Esto se hizo en las tres aulas de quinto grado que visité. También me llamó la atención la disciplina que tienen los chicos y chicas. Park Spanish Immersion es una escuela de inmersión en castellano, por lo que todas las asignaturas, salvo inglés y el rato de patio, son dadas en castellano. Y, naturalmente, los alumnos tienen que hablar en castellano: el inglés está prohibido. Pero lo tienen totalmente interiorizado y muchos se expresan en un castellano casi divino entre ellos para la edad que tienen. También se diferencia de la educación en España las técnicas de los maestros para llevar la clase: lejos de levantar la voz por encima de la de los alumnos, utilizan el silencio para hacerlos callar. Y los alumnos hacen caso. También, aunque la lengua vehicular de la escuela sea el castellano, llevan a cabo las mismas asignaturas que aquí, aunque no tienen asignatura específica de castellano, sino que tienen una materia llamada artes del lenguaje en la que se incluye lectura, gramática, escritura, etc.
 
Aparte de esto, también me llamó la atención otras cosas, como el horario (el cual es de 8:25 de la mañana hasta las 15:00, no jornada partida como en España), la motivación que inculcan a los alumnos con frases como tengan una actitud positiva, leer un libro es descubrir un mundo nuevo, todo éxito proviene de atreverse a empezar o el mundo es un universo y tú eres su estrella. Hay muchas otras, pero en quinto grado pude ver ésas. También destaca la presencia en las aulas de la bandera estadounidense, el juramento a la bandera, la Constitución y la Declaración de Independencia. Ciertamente, tengo altas expectativas por lo que se refiere a este año y espero que así sea y pueda aprender muchísimo, tanto de los maestros como de los alumnos, y ganar experiencia.

Dejando a un lado el curso escolar, seguí haciendo cosas harto interesantes. En primer lugar, visité la Minnesota State Fair, la segunda feria más populosa de los Estados Unidos. Era tan grande que tuvieron que habilitar una zona del pueblo de Falcon Heights para montarla, de manera que estaba organizada por calles, teniendo cada una de las cuales un montón de puestos de comida, aunque no muy saludable precisamente. Cuando barrí por primera vez con la mirada el espectáculo, divisé puestos de comida estadounidense, italiana, mexicana, cubana, etc. Los puestos estaban llenos de luces, de colores y de música para llamar la atención del consumidor y allí podías degustar de todo: Twisted Sister on-a-stick, Three Little Pigs Torta, Bacon-Wrapped Grilled Shrimp on-a-stick, Big Andy, Cajun Pork Rinds, Candied Bacon Canoli, Deep Fried Olives, Idaho Nachos, Minnepumpkin Pie, Minnekebob,  y un largo etcétera. Esto, básicamente, eran hamburguesas, bacon, patatas fritas, hot dogs y otras fritangas de todo tipo. Aunque la comida no era de mi agrado, sí quise probar la carne de cocodrilo, me comí también las típicas mazorcas de maíz, unas delicias de carne llamadas Bull Bites y un Tater Twisted, que era algo hecho con patatas. Para poner la guinda al pastel, también había espectáculos; por ejemplo, uno de leñadores talando árboles.


Había un montón de calles así abarrotadas de gente y de puestos.


Tater Twisted.

Bacon rebozado en chocolate.
Carne de cocodrilo.
Bull Bites.
Concurso de leñadores.
Por otro lado, también hice nuevas visitas a la gran urbe de Minneapolis. Allí visité:

-Basílica de Santa María, la primera establecida en los Estados Unidos.
-Nicollet Island, una isla en mitad del río Mississippi.
-Estatua del puente cuchara y la cereza: símbolo por excelencia de Minneapolis, fue creada por Claes Oldenburg, un autor que magnífica objetos y utensilios cotidianos.
-Stone Arch Bridge (puente de piedra): antiguo puente ferroviario que cruza el río Mississippi y que actualmente es un carril para bicis y corredores.
-También me impactó circular por la I-W35 Saint Anthony Falls Bridge, un puente de la autopista interestatal I-35W que lleva directamente al corazón de Minneapolis. Este puente fue construido en el año 2008 después de que el anterior se colapsara y se derrumbara en plena hora punta el 1 de agosto de 2007, matando a varias personas e hiriendo a muchas más.

Basílica de Santa María.
Stone Bridge (al fondo)
Rascacielos de Minneapolis
Puente de la Cuchara y la Cereza
También tuve la oportunidad de ir a Saint Paul, la capital de Minnesota, por primera vez para visitar el Museo de Ciencias de Minnesota, en el cual había una exhibición de la cultura maya, la Catedral de Saint Paul y el Palacio del Gobierno.

Catedral de Saint Paul
Palacio del Gobierno
Río Mississippi desde el museo
Urbe de Saint Paul
Y para acabar, no me gustaría despedirme sin antes comentar el notable descenso de temperaturas que hemos tenido aquí. Si cuando llegué hace diez días se alcanzaron temperaturas récord de 40ºC, llevamos ahora un par de días que hemos bajado hasta los 14ºC e incluso he tenido que usar en alguna ocasión manga larga. Ya veremos cuando estemos a -30ºC en enero.