domingo, 1 de septiembre de 2013

Una batidora de cosas

Últimamente hice cosas bastante interesantes acá en Minnesota. Primeramente, y la más importante, es que comencé el curso escolar, cosa que me ocupará la mayor parte de esta entrada. Además, también pude visitar sitios importantes de Minneapolis y Saint Paul.

En efecto, el martes 3 de septiembre debuté como maestro en Estados Unidos. Y el debut fue de película: siendo llevado a la escuela en el típico autobús escolar amarillo, aunque prefiero ir en bici.

A la escuela nos llevó Otto.
Ciertamente, esto es un sueño que nomás hizo que comenzar (aunque las razones ya las explicaré aparte en otra entrada). En una de las reuniones previas al inicio del curso, nos comentaron que nos rotarían por todos los cursos de la escuela para poder tener la oportunidad de poder observar y aprender de todos los cursos, aunque eventualmente nos asignarían un grado para el resto del curso. Así las cosas, hoy tuve la oportunidad de ver cómo se trabaja en quinto grado, aunque durante miércoles, jueves y viernes tendré la oportunidad de trabajar con kindergarten (prescolar va incluida en educación primaria), primer grado y segundo grado. La semana que viene estaré en tercero y cuarto grado, aunque aún no se nos pasó el horario.

Debido a que los alumnos son mezclados cada año, algunos no se conocen entre ellos, por lo que llevamos a cabo actividades dinámicas para conocernos todos, los maestros inclusive. Esto se hizo en las tres aulas de quinto grado que visité. También me llamó la atención la disciplina que tienen los chicos y chicas. Park Spanish Immersion es una escuela de inmersión en castellano, por lo que todas las asignaturas, salvo inglés y el rato de patio, son dadas en castellano. Y, naturalmente, los alumnos tienen que hablar en castellano: el inglés está prohibido. Pero lo tienen totalmente interiorizado y muchos se expresan en un castellano casi divino entre ellos para la edad que tienen. También se diferencia de la educación en España las técnicas de los maestros para llevar la clase: lejos de levantar la voz por encima de la de los alumnos, utilizan el silencio para hacerlos callar. Y los alumnos hacen caso. También, aunque la lengua vehicular de la escuela sea el castellano, llevan a cabo las mismas asignaturas que aquí, aunque no tienen asignatura específica de castellano, sino que tienen una materia llamada artes del lenguaje en la que se incluye lectura, gramática, escritura, etc.
 
Aparte de esto, también me llamó la atención otras cosas, como el horario (el cual es de 8:25 de la mañana hasta las 15:00, no jornada partida como en España), la motivación que inculcan a los alumnos con frases como tengan una actitud positiva, leer un libro es descubrir un mundo nuevo, todo éxito proviene de atreverse a empezar o el mundo es un universo y tú eres su estrella. Hay muchas otras, pero en quinto grado pude ver ésas. También destaca la presencia en las aulas de la bandera estadounidense, el juramento a la bandera, la Constitución y la Declaración de Independencia. Ciertamente, tengo altas expectativas por lo que se refiere a este año y espero que así sea y pueda aprender muchísimo, tanto de los maestros como de los alumnos, y ganar experiencia.

Dejando a un lado el curso escolar, seguí haciendo cosas harto interesantes. En primer lugar, visité la Minnesota State Fair, la segunda feria más populosa de los Estados Unidos. Era tan grande que tuvieron que habilitar una zona del pueblo de Falcon Heights para montarla, de manera que estaba organizada por calles, teniendo cada una de las cuales un montón de puestos de comida, aunque no muy saludable precisamente. Cuando barrí por primera vez con la mirada el espectáculo, divisé puestos de comida estadounidense, italiana, mexicana, cubana, etc. Los puestos estaban llenos de luces, de colores y de música para llamar la atención del consumidor y allí podías degustar de todo: Twisted Sister on-a-stick, Three Little Pigs Torta, Bacon-Wrapped Grilled Shrimp on-a-stick, Big Andy, Cajun Pork Rinds, Candied Bacon Canoli, Deep Fried Olives, Idaho Nachos, Minnepumpkin Pie, Minnekebob,  y un largo etcétera. Esto, básicamente, eran hamburguesas, bacon, patatas fritas, hot dogs y otras fritangas de todo tipo. Aunque la comida no era de mi agrado, sí quise probar la carne de cocodrilo, me comí también las típicas mazorcas de maíz, unas delicias de carne llamadas Bull Bites y un Tater Twisted, que era algo hecho con patatas. Para poner la guinda al pastel, también había espectáculos; por ejemplo, uno de leñadores talando árboles.


Había un montón de calles así abarrotadas de gente y de puestos.


Tater Twisted.

Bacon rebozado en chocolate.
Carne de cocodrilo.
Bull Bites.
Concurso de leñadores.
Por otro lado, también hice nuevas visitas a la gran urbe de Minneapolis. Allí visité:

-Basílica de Santa María, la primera establecida en los Estados Unidos.
-Nicollet Island, una isla en mitad del río Mississippi.
-Estatua del puente cuchara y la cereza: símbolo por excelencia de Minneapolis, fue creada por Claes Oldenburg, un autor que magnífica objetos y utensilios cotidianos.
-Stone Arch Bridge (puente de piedra): antiguo puente ferroviario que cruza el río Mississippi y que actualmente es un carril para bicis y corredores.
-También me impactó circular por la I-W35 Saint Anthony Falls Bridge, un puente de la autopista interestatal I-35W que lleva directamente al corazón de Minneapolis. Este puente fue construido en el año 2008 después de que el anterior se colapsara y se derrumbara en plena hora punta el 1 de agosto de 2007, matando a varias personas e hiriendo a muchas más.

Basílica de Santa María.
Stone Bridge (al fondo)
Rascacielos de Minneapolis
Puente de la Cuchara y la Cereza
También tuve la oportunidad de ir a Saint Paul, la capital de Minnesota, por primera vez para visitar el Museo de Ciencias de Minnesota, en el cual había una exhibición de la cultura maya, la Catedral de Saint Paul y el Palacio del Gobierno.

Catedral de Saint Paul
Palacio del Gobierno
Río Mississippi desde el museo
Urbe de Saint Paul
Y para acabar, no me gustaría despedirme sin antes comentar el notable descenso de temperaturas que hemos tenido aquí. Si cuando llegué hace diez días se alcanzaron temperaturas récord de 40ºC, llevamos ahora un par de días que hemos bajado hasta los 14ºC e incluso he tenido que usar en alguna ocasión manga larga. Ya veremos cuando estemos a -30ºC en enero.


1 comentario:

  1. Seguro que aprenderás muchisimo!! Y cuidado que comes!!! Me he quedado con las ganas de provar el wrap hawaiano de la otra entrada....

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